
Viviendo en el ahora
Cuando te dicen: tiene que dejar de pensar en el futuro, céntrese en el ahora, en el instante, en el momento. ¡Claro, lo ven fácil!, el caso es que tú vas a tener que hacer la comida y pensar en los ingredientes, que tendrás que recoger a tus niños del colegio y debes de tener en cuenta la hora futura, que tienes que planificar un trabajo para dentro de unos días...
Bien, hay que hacer una distinción entre vivir el AHORA mental-psicológico, y el mental de actividades cotidianas necesario para llevar nuestros asuntos.
No es lo mismo cavilar en: tengo que coger el autobús a las 5,30 (cuando ya se está acercando la hora y tendrás que “pensar” en el tiempo que te lleva el trayecto), a tenerlo en mente desde la tarde anterior, …tengo que tomar mañana el autobús, luego iré de compras, quizás me encuentre con tal o cual persona, ¿y si, y si…? (no estás en el momento y no sabes si podrán ser todos esos pensamientos, es decir, no son necesarios) con ello estás creando futuro psicológico. Este tipo de mensajes mentales son los que se deben evitar.
Por lo tanto cuando se habla de vivir en el “instante” se entiende que se refieren a que evitemos aspectos mentales “visionarios”, figurativos, que crean “posibilidades”, y no a los vivenciales cotidianos, a los pensamientos que son absolutamente necesarios tener por nuestras circunstancias para vivir.
Cuando se habla de evitar crear futuro mental, significa no darle tiempo a pensamientos imaginativos innecesarios.
La calma mental sin duda que se obtiene, tal como dice Osho y otros muchos, dejando a la mente sin objetivos, sin imaginar, siendo el observador.
Y cómo el observador y lo observado son uno, somos eso mismo que tenemos en mente, si es una nube, seremos la nube. Eso sí, mientras seamos observador nos veremos separados de la cosa observada, pero llega un momento en esa contemplación en que te sientes uno con ella, y que ya no eres tú cosa distinta, eres la totalidad.
ES DIFÍCIL CAMBIAR.
Nosotros oímos y percibimos según nuestros propios valores personales, creencias, y lo que hemos vivido. El mirarnos a nosotros mismos con la intención de cambiar por lo general es algo que decimos pero que no llevamos a la práctica.
Sin embargo constantemente nos estamos reprogramando cuando nos repetimos e imaginamos una y otra vez conceptos e ideas.
Todos hemos escuchado eso de “lavado de cerebro” ¿no? No es más ni menos que la repetición de manera constante de algo que se pretende se convierta en realidad.
Es posible pues el cambio a mejor si nos mantenemos constantemente con pensamientos positivos o con aquello que deseamos.
Atraemos aquello en lo que pensamos y “somos” eso mismo.
Así que nosotros elegimos quienes somos y lo que queremos.
Nuestro cuerpo físico es la representación de nuestra propia “idea” de como somos.
Para crear (manejar, interactuar) nosotros lanzamos hacia afuera nuestro pensamiento y lo vemos reflejado y actuando por medio de las cosas y personas externas. Estas ideas así materializadas nos permite aprender la diferencia entre el “yo” que piensa y el pensamiento (la cosa pensada).
Aquello que piensas es parte de ti y tarde o temprano vuelve a casa.
SOBRE LA “MISIÓN” DE UNO.
Una frase que se me quedó grabada y no sé decir de quién es.
“He aquí una prueba para verificar si tu misión en la tierra ha concluido: Si estás vivo, no ha concluido”.